Sonetos burlescos

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Una pequeña muestra del soneto de contenido burlesco. Se trata de textos  escritos entre los siglos XVI y XVIII.

 

 

Antología de sonetos burlescos

 

Siglo XVI

Siglo XVII

            Lope de Vega

            Góngora

            Quevedo

Siglo XVIII

 


 

SIGLO XVI

 

   Los ojos vueltos, que del negro dellos

muy poco o casi nada parecía,

y la divina boca helada y fría,

bañados en sudor rostro y cabellos,

   las blancas piernas y los brazos bellos,

con que al mozo en mil lazos envolvía,

ya Venus fatigados los tenía,

remisos, sin mostrar vigor en ellos.

   Adonis, cuando vio llegado el punto

de echar con dulce fin cosas aparte,

dijo:"No ceses, diosa, anda, señora,

   no dejes de mene..." y no dijo "arte",

que el aliento y la voz le faltó junto,

y el dulce juego feneció a la hora.

(Anónimo)

                                                            

 


 

 

SIGLO XVII

 

 

   El Laurel de Apolo

   -Boscán, tarde llegamos. ¿Hay posada?

-Llamad desde la posta, Garcilaso.

-¿Quién es? -Dos caballeros del Parnaso.

-No hay donde nocturnar palestra armada.

   -No entiendo lo que dice la criada.

   Madona, ¿qué decís? -Que afecten paso,

que ostenta limbos el mentido ocaso

y el sol despinge la porción rosada.

   -¿Estás en ti, mujer? -Negóse al tino

el ambulante huésped- ¡Que en tan poco

tiempo tal lengua entre cristianos haya!

   Boscán, perdido habemos el camino;

preguntad por Castilla, que estoy loco

o no habemos salido de Vizcaya.

(Lope de Vega)

 

 

   Muérome por llamar Juanilla a Juana,

que son de tierno amor afectos vivos,

y la cruel, con ojos fugitivos,

hace papel de yegua galiciana.

   Pues Juana, agora que eres flor temprana,

admite los requiebros primitivos,

porque no vienen bien diminutivos

después que una persona se avellana.

   Para advertir tu condición extraña,

más de alguna juanaza de la villa

del engaño en que estás te desengaña.

   Créeme, Juana, y llámate juanilla;

mira que la mejor parte de España

pudiendo Casta se llamó Castilla

(Lope de Vega)

 

 

LA PULGA FALSAMENTE ATRIBUIDA A LOPE

 

   Picó atrevido un átomo viviente

los blancos pechos de Leonor hermosa,

granate en perlas, arador en rosa,

breve lunar del invisible diente.

   Ella dos puntas de marfil luciente,

con súbita inquietud bañó quejosa,

y torciendo su vida bulliciosa,

en un castigo dos venganzas siente.

   Al expirar la pulga, dijo: “¡Ay, triste,

por tan pequeño mal dolor tan fuerte!”

“¡Oh pulga!” dije yo, “dichosa fuiste!

   Detén el alma, y a Leonor advierte

que me deje picar donde estuviste.”

(Lope de Vega)

 


 

   Valladolid, de lágrimas sois valle,
Y no quiero deciros quién las llora,
Valle de Josafat, sin que en vos hora,
Cuanto más día de jüicio se halle.

   Pisado he vuestros muros calle a calle,
Donde el engaño con la corte mora,
Y cortesano sucio os hallo ahora,
Siendo villano un tiempo de buen talle.

   Todos sois Condes, no sin nuestro daño;
Dígalo el andaluz, que en un infierno
Debajo de una tabla escrita posa.

   No encuentra al de Buendía en todo el año;
Al de Chinchón sí ahora, y el invierno
Al de Niebla, al de Nieva, al de Lodosa.

(Góngora)

  

 


 

 

¿Qué captas, noturnal, en tus canciones,

Góngora bobo, con crepusculallas,

si cuando anhelas más garcivolallas

las reptilizas más y subterpones?

   Microcosmote Dios de inquiridiones,

y quieres te investiguen por medallas

como priscos, estigmas o antiguallas,

por desitinerar vates tirones.

   Tu forasteridad es tan eximia,

que te ha de detractar el que te rumia,

pues ructas viscerable cacoquimia,

   farmacofolorando como numia,

si estomacabundancia das tan nimia,

metamorfoseando el arcadumia.

(Quevedo)

 

   Sol  os llamó mi lengua pecadora,

y desmintióme a boca llena el cielo;

luz os dije que dábades al suelo,

y opúsose un candil que alumbra y llora.

   Tan creído tuvistes ser aurora,

que amanecer quisistes con desvelo;

en vos llamé rubí lo que mi abuelo

llamara labio y jeta comedora.

   Codicia os puse de vender los dientes,

diciendo que eran perlas; por ser bellos,

llamé los rizos minas de oro ardientes.

   Pero si fueran de oro los cabellos,

calvo su casco fuera, y, diligentes,

mis dedos los pelaran por vendellos.

(Quevedo)

 

 

 

   Que tiene ojo de culo es evidente,

y manojo de llaves, tu sol rojo,

y que tiene por niña en aquel ojo

atezado mojón duro y caliente.

   Tendrá legañas necesariamente

la pestaña erizada como abrojo,

y guiñará, con lo amarillo y flojo,

todas las veces que a pujar se siente.

   ¿Tendrá mejor metal de voz su pedo

que el de la mal vestida mallorquina?

Ni lo quiero probar ni lo concedo.

   Su mierda es mierda, y su orina, orina;

sólo que ésta es verdad, y esotra, enredo,

y estánme encareciendo la letrina.

(Quevedo)

 

 

   Puto es el hombre que de putas fía,

y puto el que sus gustos apetece;

puto es el estipendio que se ofrece

en pago de su puta compañía.

   Puto es el gusto, y puta la alegría

que el rato putaril nos encarece;

y yo diré que es puto a quien parece

que no sois puta vos, señora mía.

   Mas llámenme a mí puto enamorado,

si al cabo para puta no os dejare;

y como puto muera yo quemado,

   si de otras tales putas me pagare;

porque las putas graves son costosas,

y las putillas viles, afrentosas.

(Quevedo)

 

 

   Cuando tu madre te parió cornudo,

fue tu planeta un cuerno de la luna;

de madera de cuernos fue tu cuna,

y el castillejo, un cuerno muy agudo.

   Gastaste en dijes cuernos a menudo;

la leche que mamaste era cabruna;

diote un cuerno por armas la Fortuna

y un toro en el remate de tu escudo.

   Hecho un corral de cuernos te contemplo;

cuernos pisas con pies de cornería;

a la mañana un cuerno te saluda.

   Los cornudos en ti tienen un templo.

Pues, cornudo de ti, )dónde caminas

siguiéndote una estrella tan cornuda?

(Quevedo)

 

 

   La vida empieza en lágrimas y caca.
Luego viene la mu, con mama y coco,
síguense las viruelas, baba y moco,
y luego llega el trompo y la matraca.

   En creciendo, la amiga y la sonsaca,
con ella embiste el apetito loco.
En subiendo a mancebo, todo es poco,
y después la intención peca en bellaca.

   Llega a ser hombre, y todo lo trabuca,
soltero sigue toda Perendeca,
casado se convierte en mala cuca.

   Viejo encanece, arrúgase y se seca,
llega la muerte, todo lo bazuca,
y lo que deja paga, y lo que peca.

(Quevedo)

 


 

 

SIGLO XVIII

 

Soneto de Manuel


   Ardiente una muchacha el otro día,

en tanto que su madre en misa estaba,

llena de miedo y turbación dudaba

si a su amante Manuel se lo daría.

   Temiendo si preñada quedaría,

entre darlo y no darlo vacilaba,

y el valiente mozuelo la animaba

diciendo que al venir lo sacaría.

   Fueron tan poderosos los ataques,

que consiguió, por fin, verla en el suelo,

y dijo al derramar de los zulaques:

   - Qué suave es la sustancia del ciruelo;

por tu vida, Manuel, no me la saques,

y más que llegue la barriga al cielo.

(Samaniego)

 

Soneto a Nice

 

   No te quejes, oh Nice, de tu estado

porque te llamen puta a boca llena,

pues puta ha sido mucha gente buena

y millones de putas han reinado.

   Dido fue puta de un audaz soldado,

a ser puta Cleopatra se condena,

y el nombre lucrecial, que tanto suena,

no es tan honesto como se ha pensado.

   Esa de Rusia emperatriz famosa

que fue de los carajos centinela,

entre más de dos mil murió orgullosa;

   y pues ya lo dan todas sin cautela,

haz tú lo mismo, Nice vergonzosa,

que esto de honra y virgo es bagatela.
(Samaniego)



La melindrosa

   Señor don Juan, quedito, que me enfado.

¿Besar la cara?, es mucho atrevimiento.

¿Abrazos?, ¡ay, Jesús!, no lo consiento.

¿Cosquillas?, no las hay por ese lado.

   ¿Remangarme?, ¡ay, Juanito!, ¿y el pecado?

¡Qué malos sois los hombres!... pasos siento.

¿No es nadie? Pues, bien, vaya en un momento;

mas ¡cuidado! no venga algún criado.

   ¡Jesús, qué loca soy! ¡Quién lo diría

que con un hombre yo...! ¿Cómo cristiana?,

que ya de puro gusto... ¡ay, alma mía!

   ¡Traidor, déjame, vete...!, ¿aún tienes gana?

Pues cuando tú lo logres otro día...

pero, Juanito, ¿volverás mañana?

(Samaniego)